Entre todas las variedades de cítricos que se cultivan en España podemos destacar las Sanguinas, por su aspecto y sabor singular. Las Sanguinas son menos ácidas que los limones y menos dulces que las naranjas, podríamos decir que están en el punto medio de estas dos clases de cítricos. Cultivados en un ambiente luminoso, soleado y fresco, como es el de Valencia, en su sabor encontramos una combinación de sabores dulce, amargo y ácido muy singular y característico.